domingo, 22 de septiembre de 2013

Demons

Don't get too close it's dark inside, it's where my demons hide...


De todas las maneras diferentes que existen para que una persona pueda ser feliz, al parecer siempre elijo la más difícil. Algo cambió dentro de mí, no puede ser algo malo, porque al menos ahora puedo sentir algo, no miento. Mi adicción a la tristeza está dejándome. Los demonios deben haberse cansado de mordisquear los trozos de mi alma. Mi corazón roto ya no es mi prioridad. 

En alguna parte del camino, perdí de vista lo que es realmente importante, la felicidad y realización personal. Puede que no tenga un corazón que ofrecer en el futuro, puede que ya no tenga un sueño hermoso para cumplir, pero tengo un objetivo: Trascender. 

En mis desvaríos recurrentes acerca de la muerte no encontré nada tan absolutamente malo como el olvido. Que no exista más evidencia de mi existencia que las estructuras a base de carbón que componen mi cuerpo. Sería terrible que la energía fundamental del alma se desvaneciera arrastrada por el olvido. Porque conmigo desaparecería una parte del universo que jamás volvería a estar completa, mis pensamientos e ideas se perderían, pues la naturaleza está compuesta de pequeños mundos infinitos. Ya lo decían los griegos: ¿Acaso no somos todos lo mismo, ya que todos somos, estamos aquí y ahora? 

Puede parece una contradicción, pero el objetivo de la vida es buscar lo permanente a través de lo cambiante, todo fluye, no puedes meterte al mismo río dos veces, ya que el río cambia así como cambio yo también. 

Puede que mi historia no sea la más triste, pero es la que casi me destruye. Es mi historia, son mis cicatrices y es mi nueva armadura, Hoy me di cuenta de una cosa, sobreviví a mi misma, y eso no es algo fácil. 


Cuando yo soy, la muerte no es. Cuando la muerte es, yo no soy. 

Bites!
-Chica Cocodrilo